2.2.4
FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL PROCESO DE ESTERILIZACIÓN
Como
es bien conocido, el éxito en el logro de esterilidad en cualquier preparación
depende de muchos factores, como son la naturaleza de la sustancia que se
esteriliza, el volumen contenido en cada unidad, el tamaño del recipiente y el número
de unidades que se puedan manejar en una sola operación. Por consiguiente, no
se pueden dar instrucciones especificas relacionadas con el método de
esterilización que se utiliza para una preparación individual; en
contraposición, se presentan sugerencias generales relacionadas con los
procedimientos de esterilización.En los métodos físicos de esterilización
encontramos que la Mufla los factores que intervienen son el tiempo y la T°, en
la Filtración son el tamaño y en el Calor Húmedo son el tiempo, T° y presión.
La
eficacia de un proceso de esterilización depende de cómo se realice el proceso
en sí y de múltiples factores relacionados con el objeto: estructura física,
nivel de contaminación inicial, de limpieza, compatibilidad con el proceso de
esterilización, tipo de envoltorio, etc. Todas las fases de un proceso de
esterilización (limpieza, preparación del equipo, esterilización, almacenaje y
transporte) deben validarse y controlarse.
Factores
relacionados con el objeto
El
proceso de esterilización supone un reto importante para el material con luces
o conductos largos o con espacios muertos. Para estos instrumentos será
necesaria la aplicación de prácticas específicas.
Nivel
de contaminación del objeto: presencia de materia orgánica y de microorganismos
.Pueden alterar y condicionar el proceso de esterilización y derivar al fracaso
del mismo. La presencia de proteínas protege a los microorganismos frente a la
acción de los agentes esterilizantes, específicamente los químicos. Con el fin
de eliminar la materia orgánica y reducir la carga microbiana (y garantizar con
ello la eficacia del proceso de esterilización), el material debe
descontaminarse previamente mediante una limpieza exhaustiva. Algunos autores
demuestran que después de una limpieza minuciosa de material de difícil acceso
contaminado artificialmente (fibroscopios, agujas espinales, catéteres,...) se
logra una reducción microbiana de entre un 99.90% y un 99.99%.
Configuración
física del material:
Los
avances científicos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades han
desarrollado una gran diversidad de material crítico con distinta forma,
tamaño, complejidad, fragilidad y sensibilidad. En función de su estructura y
configuración física se elegirá un determinado procedimiento de esterilización.
En
el Real Decreto 414/1996 del 1 de Marzo, transposición de la Directiva
1993/42/CEE, se regulan y clasifican los productos sanitarios; en él se
especifica la responsabilidad del fabricante de describir las condiciones
requeridas para reprocesar el material, sin modificar su funcionalidad y
características. El profesional sanitario tiene la responsabilidad de aplicar
el proceso de esterilización más adecuado y demostrar que puede reproducirlo
exactamente.
Limpieza
del material previa a la esterilización:
El
proceso de limpieza se define como la aplicación de un procedimiento
físico-químico encaminado a eliminar la suciedad y otros materiales ajenos al
objeto. La limpieza previa de un objeto es una práctica indispensable para
garantizar la efectividad de un proceso de desinfección o esterilización. El
agua y los detergentes usados en la limpieza deben reunir unas características
determinadas.
Agua
Es
importante verificar la calidad del agua para conseguir la máxima eficacia del
detergente. Un agua dura puede disminuir su efectividad. Para evitar la
corrosión del instrumental quirúrgico se recomienda la utilización de agua
desmineralizada durante el proceso de limpieza o, como mínimo, en el último
aclarado. Nunca debe utilizarse suero fisiológico para limpiar y/o aclarar el
instrumental porque puede producir corrosión. Es también importante controlar
la temperatura del agua, que no ha de ser excesivamente elevada (entre 20ºC y
45ºC); temperaturas altas favorecen la coagulación de la albúmina y dificultan
su eliminación.
El
detergente
Los
detergentes neutros (pH 7) están indicados para la limpieza de instrumental
quirúrgico delicado, pero son menos eficaces para la eliminación de sustancias
orgánicas. Algunos sistemas automatizados de lavado de instrumental utilizan
detergentes ligeramente alcalinos (pH de 8 a 11) que se neutralizan
posteriormente en el aclarado. Se ha demostrado que los detergentes enzimáticos
son más efectivos que los detergentes alcalinos para la limpieza del material
de difícil acceso. Su eficacia está relacionada con el hecho de contener
endopeptidasas, enzimas que hidrolizan los enlaces de la molécula proteica y
facilitan así la eliminación de contaminantes de base proteica como sangre y
secreciones.
Cuando
se utilice un detergente en polvo hay que tener la precaución de disolverlo
previamente, ya que podría obstruir canales o iniciar un proceso de corrosión
si alguna partícula quedase incrustada en alguna ranura del instrumental. Deben
evitarse los detergentes espumantes porque dificultan el contacto del
detergente con el objeto. Los detergentes deben diluirse correctamente según
las indicaciones de cada fabricante.
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